Llegó la hora de transportarnos a este increíble espacio para descubrir lo que hay dentro de uno de los hoteles más emblemáticos de esta ciudad.
¡Hola! Hoy les escribo para contarles más sobre el primer hotel en el que mi esposo Alejandro y yo, nos quedamos empezandito nuestra luna de miel. Después de la boda y de poder descansar unos días, volamos a París. ¡Fue lo máximo llegar! Siempre he amado esta ciudad y si hay algo que me fascina de ella son sus calles, en especial la rue du Faubourg Saint-Honoré. Aquí están las embajadas, las mejores tiendas, históricos edificios y esculturas, además de la fachada art deco de Le Bristol Paris. Este hotel que es parte de The Oetker Collection, fue inaugurado en 1925. En ese entonces, Hippolyte Jammet literalmente hizo el «palacio de sus sueños» que poco después se convirtió en un lugar que sí o sí cualquier persona que viaja a esta ciudad, quiere visitar. Fue en 2011 cuando Le Bristol fue uno de los primeros hoteles en Francia en recibir la clasificación de ‘palacio’, una distinción otorgada por el Ministerio de Turismo francés. Qué cool, ¿no? Bueno pues, después de esta mini intro, llegó la hora de transportarnos a este increíble espacio para descubrir los secretos que tiene dentro y que te recomiendo descubrir por ti mismo. Pícale en ‘mi recorrido’ que está arriba de este texto para que encontrarlos y en ‘galería’ para ver más fotos tomadas por mí. 👀💥☝
Con cariño,
Paola
La recepción
Cuando entras a esta área que está pasando la puerta giratoria, lo primero que te vas a encontrar son a los encargados del
front desk, quienes te darán la bienvenida y te entregarán una llave con el icónico llavero de Le Bristol. Sí, no hay tarjetas de plástico en este palacio… Si tienes suerte, mientras estás ahí una de las mascotas del hotel,
Fa-Raon, un gato sagrado de Birmania con los ojos azules más bonitos o su hijo
Sócrates, estarán ahí para recibirte también. De lo más impresionante aquí son las paredes de mármol, los tapices de Aubusson y cuadros literalmente invaluables. Ahora entiendo por qué dicen que
Le Bristol tiene mucho de lo mejor del arte local.
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Los cuartos
El hotel tiene 188 habitaciones y
suites, cada una con su propia decoración que combina el estilo de los períodos del reinado de Luis XV y Luis XVI. Lo que me encantó de la nuestra fue el color. Muebles hechos a medida, elegantes candelabros, tocadores y escritorios de estilo francés, hacen que cada uno de ellos sea único, además de ese lugar cálido y acogedor al que sí se te antoja llegar a descansar.



Dato curioso: Woody Allen escogió estos cuartos para rodar en él varias de las escenas de su película ‘Midnight in Paris’. LOL!
Restaurantes y bares
Le Bristol tiene dos lugares icónicos:
‘Epicure’ y
‘el Café Antonia’, mi favorito es este último. De verdad está hermoso el restaurante. Tiene un histórico cuadro de la reina María Antonieta de François Hubert Drouais, retratista de la corte a finales del reinado de Luis XV. Aquí sirven los mejores huevos trufados que he probado en mi vida, están espectaculares e increíblemente presentados.

Para los que aman la comida tanto como yo, también una parada imperdible es el
‘Epicure’, cuyo menú está a cargo del chef de
Eric Frechon. El restaurante tiene tres estrellas Michelin y un jardín hermoso. Es una delicia, está súper irreal y es un lugar que debes visitar sí o sí –independientemente de que te quedes en el hotel o no–. Te recomiendo pedir la sopa de alcachofa y la tártara de res, ¡las dos son un placer! Otro espacio muy padre es
‘Le 114 Faubourg’ con una estrella Michelin. Esta
brasserie es popular por su gran escalera y sus columnas. Las delicias en este lugar también empiezan desde el desayuno con una copa de champaña, un huevo pasado por agua con miel de maple y caviar, salmón ahumado sobre blinis con crema de eneldo ligeramente agria, jamón de Parma y burrata con aceite de oliva, queso blanco y ensalada de fruta. A la hora de la comida o en el
lunch, seguro te enamorarás (como yo jajaja) de los ravioles rellenos de trufa negra, alcachofas y foie gras gratinados con parmesano. Uff! Una delicia máxima.
En la noche puedes ir a Le Bar du Bristol, que tiene arte, buena música y muy buenos drinks. En este espacio se encuentran diferentes estilos y épocas que se combinan para lograr una decoración muy linda, además de tener una colección privada de licores difíciles de encontrar y libros antiguos que puedes ver mientras disfrutas.
Para consentirte
Lo que más se antoja al estar en el spa es meterte en su elegante alberca con vista a los tejados de París. Lleno de luz solar, tiene un precioso jardín interior ocho salas de tratamiento, que incluyen un Russian Banïya y una suite privada para parejas. ¿El plus? Todos los tratamientos están hechos con productos de La Prairie.